jueves, 23 de septiembre de 2010

De la Tierra a la Mesa



Decidió hacerse vegetariano. Tenía una razón convincente: no soporta que se haga daño ni se maltrate a los animales. Por eso ya no come nada de carne. José Manuel Ferreira, de 25 años, y de Mérida, se dedicó a cultivar productos ecológicos en un huerto. Éste se encuentra situado en la localidad de Valverde de Mérida, cercana a la capital autonómica, y tiene una superficie de unos 100 metros cuadrados. Ese espacio antes era una granja y con el tiempo ha conseguido sacar de ella el máximo provecho, cultivando los productos que después consume. Eso reforzó mucho más su idea de no volver a probar la carne.
Pero no sólo él disfruta de lo que recolecta en su huerto. Todo el que quiera seguir una alimentación sana puede hacerlo adquiriendo una de las cestas ecológicas a domicilio que José Manuel vende por un precio de entre 15 y 20 euros. No lo hace, dice, por ganar dinero, sino porque después de abastecerse él, su familia y sus amigos, todavía le quedan productos de sobra.
Aparte de llevar del surco a la mesa los productos ecológicos, tiene un espacio reservado para cuidar gallinas extremeñas, las autóctonas de la tierra, y que ponen huevos de gran calidad. Por el momento sólo los tiene para el consumo propio. Entre 10 o 12 unidades a la semana.
«Con esta idea quiero concienciar a la gente de lo que es comer bien, del placer de degustar frutas y verduras de temporada. Yo creo que muchos de los alimentos que se venden en las tiendas tienen mucha química y que la gente consume carne en exceso. Aquí en Mérida la gente todavía no está muy concienciada en consumir este tipo de productos, aunque cada vez somos más. La gente está muy acomodada con lo de ir al supermercado y llevarse todo para casa, le guste o no. En esa forma de compra encuentra lo que quiere y en el momento que quiere. Pero hay que inculcar la idea de que todavía se pueden comer productos recién cogidos de la tierra, como se hacía antaño», explica.
Los pasados meses de verano ha recolectado todo tipo de frutas y verduras de temporada. Tomates, pimientos, calabacines, pepinos, berenjenas, calabazas. Ahora tocan propios del otoño. Coliflores, coles, repollos, patatas, zanahorias. De todas formas, afirma que ahora está en un momento en que piensa lo que se va a hacer en los próximos meses, preparando el terreno ajustándose al presupuesto con el que cuenta.
Boca a boca
El boca a boca y algunos carteles repartidos por varios lugares han sido los métodos por los que se han dado a conocer sus cestas ecológicas, bastante demandadas. Las prepara con un gran surtido de productos, siempre de temporada. «Es como si la huerta la tuviera cada uno en su casa y recogiera los productos todas las semanas. Nosotros se las llevamos a domicilio, aunque también siempre hay alguien que viene al mismo huerto a recogerlas».
Algunos de los problemas con los que José Manuel se encuentra a diario son las plagas de insectos, aunque dice que los controla con productos ecológicos. La escasez de agua también es otro de los obstáculos con los que se encuentra, aunque este contratiempo se ve compensado con la buena calidad de la tierra que trabaja. «Esto se supera levantándose uno bien temprano, sobre las seis o las siete de la mañana, para poder estar bien».
Pero lo más dificultoso que encuentra José Manuel a la hora de enfrentarse día a día a la tierra es su preparación. «La agricultura no es una ciencia exacta. Hasta los dos o tres años de comenzar a trabajarla no se saca el máximo rendimiento de ella».